Estaba en mi habitación, revisando el teléfono sin pensar... De repente, escuché una gran conmoción. Pensé que estaba solo, así que tuve que investigar los ruidos... Lo que terminé descubriendo, me estremeció hasta el fondo: mi madrastra estaba acostada en el sofá de la sala, masturbándose con un consolador bastante grande. Me quedé estupefacto: ella obviamente tampoco esperaba que alguien la sorprendiera en el acto. Agarré mi teléfono para grabar un vídeo para verlo en el futuro. ¡Ella miró hacia arriba y me vió! Estaba ruborizada, rogándome con lágrimas en los ojos que no le mostrara este vídeo a mi papá. Decidí llevar nuestra relación familiar en una dirección diferente. - Juro mantener esto en secreto por siempre, si cuidas de mis necesidades hasta que me vaya a la universidad...